A mí, lo creo es bastante difícil a entender cualquier parte del texto de Juan Larrea. Fuera de ese noción yo podía dar en cuento que su voz y la manera en que lleva sus palabras es como un poema dentro de sus escrito que no es una poema. Su habilidad a describir la vida y las acciones que las influencia la vida y como funciona son honda en manera que no puedo relatar. En su busca a encontrar la esencia de la poesía de que se la escribe, su dicción es tal educada y formulada que muestra una posibilidad que ese fragmento fue escrito más después del viaje.
La relación entre la vida y la poesía es evidente en ambas maneras. Uno asunto sobre la integración del arte moderno y la palabra escrita, y la otra del nacimiento político en que muchas representaciones del arte fueron basadas. Hay otra asunto importante que es la consciencia y al socavando los cimientos de la consciencia individuada del ser. Es en nuestro mente a formar las ideas fuera del pensamientos normal una semilla y sub-viva en que podemos relacionar el mundo real con algo creativo a hacer la poesía.
Como en su fragmento antes, ese poema tiene mucha actitud sobre su propio y la idea de dentro de su mente es más que nosotros pensamos. Hay un infinito piscina de pensamientos y posibilidades que cada día nos la negamos creer porque muchas veces creemos que es loco o es algo que nadie puede entender, pero a Larrea su propio es un espejo en lo que necesitas mirar y ver su propio en maneras diferentes y con un mente abierta. La posición y usar de palabras los que elige Larrea son unas más bonitas que he viste en mi vida. La línea “Aún tengo que huir de mí mismo” es mi favorito. Especialmente porque cada día me dijo el mismo a recibir un rato de calma y tranquilidad. En un anglicismo, también, necesitamos pensar fuera de la caja.